¿Qué es la telemedicina? Descubre sus beneficios
Ya no se realiza un control y tratamiento de la salud tan sólo en la consulta, sino que ahora el profesional y el paciente pueden hacer el seguimiento a distancia, fuera de la consulta, en cualquier lugar y hora.
Con la telemedicina se busca mejorar la salud de un paciente, permitiendo una interacción en tiempo real entre médico-paciente. Todo ello a distancia, mediante un soporte de audio y vídeo integrado en una plataforma en la que el paciente posee su historial clínico.
Dicho detalladamente, la telemedicina es la prestación de servicios de salud, por parte de profesionales sanitarios, a través del uso de tecnologías de la información y la comunicación (Tics); por medio de ella podemos realizar juicios clínicos / diagnósticos, prescribir tratamientos, favorecer medidas de prevención de prevención y promoción de la salud. El objetivo final de mejorar la salud de la población.
Se estima que alrededor de un 70% de las visitas médicas programadas podrían realizarse de forma telemática.
La telemedicina busca la salud del paciente permitiendo la comunicación interactiva, en tiempo real y a distancia entre el paciente y el médico.
El desarrollo de la telemedicina se ha visto favorecido gracias al avance de las tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas a la salud, así como al uso generalizado de Internet en los hogares y el aumento de los teléfonos móviles y otros dispositivos.
¿Objetivos de la telemedicina?
El objetivo de la telemedicina es ofrecer un servicio de asistencia médica a quien lo requiera con independencia del momento y de su ubicación geográfica, así como prevenir, alertar, supervisar y controlar las patologías que el paciente padezca con el fin de mejorar su estado de salud.
Tipos de telemedicina:
Existen 3 tipos de telemedicina: monitorización del paciente a distancia, tecnología de almacenamiento y envíos de los datos, y la telemedicina interactiva con el paciente:
Monitorización de pacientes a distancia:
Permite el control domiciliario de pacientes con enfermedades crónicas, utilizando dispositivos que recopilan datos sobre niveles de azúcar en sangre, presión arterial y otras constantes vitales. El médico encargado de este paciente revisará los datos y decidirá si es necesario realizar algún tipo de acción.
Tecnologías de almacenamiento y envío:
Es el almacenamiento de datos clínicos para enviar a otros centros clínicos como técnicas de de imagen, datos de laboratorio, etc. para su interpretación o validación.
Telemedicina interactiva:
Este tipo de telemedicina permite a médicos y pacientes comunicarse en tiempo real, por ejemplo una videoconsulta que el paciente puede realizar desde su casa o lugar de trabajo.
La nueva relación médico – paciente
La telemedicina acorta las distancias entre médico y paciente y mejora la eficiencia en los servicios sanitarios.
Con la telemedicina, la relación médico – paciente pasa a ser más colaborativa y participativa.
La telemedicina supone un gran avance para pacientes, con esta nueva forma de consulta podemos resolver la mayoría de las consultas a demanda que se hacen de forma habitual ahorrando al paciente tiempo y dinero ya que reducimos el flujo de pacientes en las salas de espera de hospitales y centros de atención primaria por lo que el usuario acepta muy bien esta nueva relación médico-paciente.
El 98% de los pacientes dicen estar muy satisfechos con visitas a través de telemedicina, un 95% volverían a utilizarla, y un 95% recomendarían una visita mediante telemedicina a un amigo (Estudio Polinski JM, et al. Patients’ Satisfaction with and PReference fot Telehealth Visits. J Gen Intern Med. de marzo de 2016).
Los beneficios de la telemedicina aplicada a la salud
- Optimización de tiempos de atención y diagnóstico.
- Se produce una interacción médico – paciente, hecho que también permite que el paciente esté más informado.
- Ayuda a reducir la variabilidad de los diagnósticos.
- Mejora la gestión clínica y la prestación de servicios de atención de salud.
- Se mejora el acceso, la eficiencia, la seguridad, la calidad y la rentabilidad del servicio sanitario.
- Se reducen los errores de medicación.
- Hay una mejora en la adherencia terapéutica.
- Se reducen costes.
- Ayuda a que no se produzcan duplicaciones de pruebas.